
En menos de media hora los Sounders de Seattl e debieron resolver su pase a la final de la Copa MLS con la mejor remontada que el equipo ha tenido en su historia. Con el 0 – 2 en contra después que Bakaye DIBASSY al minuto 67 conectara de cabeza un centro de Enmanuel REYNOSO, quién ya habia adelantado a Minnesota United con un espectacular gol de tiro libre en el 29, Seattle parecía enfriarse tal como la misma noche helada dentro del Lumen Field. El silencio por la falta de aficionados en las tribunas tampoco ayudó a la causa.
Lo que sucedió tras el segundo tanto del Minnesota United inició desde el banquillo con los cambios del técnico Brian SCHMETZER.
Brad SMITH, Kevin LEERDAM y Will BRUIN entraron entre el minuto 70 y 73 para oxigenar a la ofensiva de Seattle que se ahogaba dentro de sus constantes ataques. Fue BRUIN, en reemplazo de João PAULO, quien hizo el descuento al 75 al aprovechar un balón rebotado de la espalda de un defensor de Minnesota dentro del área y luego disparar al segundo poste del arquero ST. CLAIR. Tiro raso, cruzado e inalcanzable. Era la primera acción de BRUIN cinco minuto tras su ingreso al partido.
Quedaba tiempo suficiente para nivelar y buscar al menos el tiempo extra. El club esmeralda siguió presionando y fustigando a la línea defensiva de los Loons y poco a poco prestaron resistencia en su terreno hasta permitir dos tiros de esquina que resultarían fatales para sus intensiones de ir por primera vez en su corta historia a disputar una Copa MLS. Los Sounders han ido a tres desde el 2016.
Desde la izquierda, siempre cobrado por Nicolas LODEIRO, el centro desde la esquina llegó cerca de la portería y no pudo ser despejado. La pelota quedó suelta dentro del área chica. Ningún defensor apareció antes que el peruano Raúl RUIDÍAZ. Con el arco en frente remató con toda fuerza de derecha … para fusila a ST. CLAIR pasando el balón por el poste mas cercano.
Fue en el minuto 89.
El alivió se sintió como en ecos desde la banca de Seattle. La angustia superada y el respiro por irse al alargue con el viento a su favor. Los de Minnesota quedaban doblegados e incrédulos. Una preciosa ventaja no la pudieron controlar ni hacerla suya. Con pocas llegadas ofensivas y sin redoblar su línea defensiva se volvieron vulnerables a cada posesión que los de casa hicieron en la última parte del encuentro.
El cuarto árbitro anunció 4 minutos de descuento. Bastante tiempo para que los Sounders repitieran la fórmula de ataque que se habían emprendido en busca de borrar la desventaja. El último cambio de SCHMETZER fue el sueco Gustav SVENSSON al 77. Inactivo en los dos primero partidos de la post temporada, el medio campista entró con la misión de descifrar cualquier intento de ataque de Minnesota por el medio. Pero también desde esa posición llevaba licencia para iniciar ofensiva.
O estar justo en el lugar preciso para encontrarse con otro centro de tiro de esquina. Esta vez del lado derecho. LODEIRO envió un misil con imán en el esférico. SVENSSON tomó corta carrera siempre desmarcado. Llegó a encontrarlo cerca del área pequeña. Giró su cabeza hacia su izquierda para desviarlo. La pelota tomó un recorrido solitario en descenso. El portero ST. CLAIR quedó inmóvil girando lentamente sus ojos hacia su derecha solo para ver entrar el balón y brincar dentro de la red.
SVENSSON salió corriendo hacia el centro de la cancha con sus compañeros detrás que querían abrazarlo y celebrar el 3-2. Su único gol esta temporada ponía a Seattle en la final de la MLS Cup.
Sería un minuto después, tras el pitazo final del árbitro Ismail ELFATH sellaba el marcador definitivo. Un extraño silencio, pero eufórico se escuchó en el Lumen Field. Cuarenta mil fanáticos no pudieron presenciar una noche inolvidable. Una entrañable celebración que solo pudo apreciarse en el campo entre los jugadores Sounders, el cuerpo técnico y un centenar de gente de prensa en el estadio. Fue desde sus hogares que la fanaticada de Seattle pudo ser testigo del drama puro que el club esmeralda pudo lograr para su clasificación a la Copa MLS con una remontada histórica. Su segunda aparición consecutiva y la cuarta en cinco años. La ganaron en el 2016 y también el año pasado aquí en este mismo estadio ante Toronto FC. Esta vez, el sábado 12 de diciembre será un nuevo rival, el Columbus Crew, y deberán hacer el viaje de cuatro horas para intentar repetir el titulo como monarca de la MLS de una muy particular temporada 2020.